Desde la certeza de la capacidad creadora, de crecimiento y aprendizaje de cada persona, y de la necesidad de ser y hacer con otras, entendemos nuestra labor como una tarea de servicio.
Servir significa establecer condiciones inclusivas para la acción concreta, encargarnos de lo supérfluo para que no distraiga de lo importante, estar presentes en una relación que transmite confianza y aceptación, preservar las reglas de juego y recordar lo pactado…
Acompañar a las personas y las comunidades estableciendo relaciones de asistencia, les permite crecer dotando de significado –sentido- a los procesos y acciones en los que participan. Sólo así, acechando cualquier tipo de relación de poder –del conocimiento, de los recursos, de lo emocional, lo disimulado…- y atendiendo a lo que son, las personas pueden expresarse aportando complejidad y riqueza a lo compartido, y asumiendo funciones y responsabilidades acordes a lo que pueden, desean y necesitan en cada momento.
Las comunidades –empresas, pueblos, familias..- pueden crecer también en otras condiciones donde no hay lugar para esta diversidad. A veces, incluso, parecen ser más adaptativas, rápidas, eficaces, productivas… Pero como en el ejemplo de la persona que aprende a caminar, las diferencias, no evidentes pero profundas, afectan –no sólo al derecho, sino- a su salud y sostenibilidad.
Evidentemente, las personas que trabajamos en Solasgune, tenemos deseos y necesidades propias, pero nos buscamos nuestros propios lugares de juego y aprendizaje. Sólo así nos es posible servir a cualquiera sin intervenir ni alterar, sin juzgar sus decisiones y deseos, asegurando las condiciones y reglas de juego para que pueda ser con otrs desde sus diferencias y lo colectivo responda también al bien común.
Ezberdintasunak onartzetik abiatuta (pertsona eta komunitate bakoitzaren ezberdintasunak) eta diren horrekiko errespetu osoz; gaitasun osoa dutela eta hazi nahi dutela gogo betez sinetsiz; autonomia eta aniztasuna sustatuz; ezagutzak kalera atereaz, zuzendu gabeko eta kontsumista ez diren ikas-esperientziak bizitzeko aukera izanez, tokiko kudeaketa egiturak zabalduz, partehartuz -ez gobernutzan soilik-, pertsona helduaren begirada berrosatuz, haurrari bere zuzenbidezko-hiritartza aitortuz, topaketa, auzolan edo ospakizun unetan, espazio komunak araldatuz… Bideak anitzak dira. Komunitateak, ikasketa prozesu pertsonal eta kolektibo osasungarri eta iraunkorrak garatzeko moduko inguruneak izan daitezen lagundu dezakegu.