el reto
Recuperar la calle para las personas. Las ciudades y los pueblos (y las escuelas, los centros municipales de ocio y deporte, las casas o los hospitales) se han configurado a partir de parámetros excluyentes y tomando decisiones que no se ajustan a las necesidades de la mayoría. Y así, crecemos en espacios hostiles, difíciles de habitar o explorar y con víncuos débiles que empobrecen nuestra capacidad para afrontar retos o crecer juntas.
la estrategia
Incorporar a las personas niñas en la política local. Aprender a trabajar con «diferentes», restaurar condiciones que favorezcan la autonomía, favorecer la particiación de todas… Tomar a las niñas y los niños como parámetro para la trasnformación de los espacios y las relaciones y sus necesidades como punto de partida para no perder de vista a nadie. Poner en valor y aprovechar su condición disruptiva y vinculante, para que nos ayuden en este aprendizaje.
¿Cómo?
1. Garantizar la Autonomía de Movimiento
O A la Escuela con Amig@s
una apuesta municipal por repensar el espacio urbano -los caminos de casa al cole- con las niñas y niños. Abordar la seguridad, la libertad, la co-responsabilidad… creando redes de movimiento autónomo por la ciudad.
Jugar la Ciudad y estar presentes
Hay muchas otras formas de abordar la autonomía pero el camino de casa a la escuela es bastante universal y puede ayudar a encarar después otros proyectos: habilitar la calle para el juego, cambiar puertas de acceso a espacios y mobiliario urbano, construir redes de comerciantes que ayuden al miedo adulto…
2. Dar lugar a la diversidad
O un Consejo de Niños y Niñas
un órgano consultor de Alcaldía que ayude a la persona con «máxima responsabilidad» a aprender a trabajar con «otro».Además de ser una experiencia de participación para el grupo de niñas y niños, el consejo es una manera de practicar distintas formas de gestión local.
Ser, cada una como es y juntas
El Consejo permite «acompañar» un cambio de mirada y actitud en las adultas con responsabilidad política y técnica. Es un compromiso de escucha, conversación, decisión, diseño, desarrollo… las formas dependen, como siempre, de cada comunidad. Es fácil abordar, desde esta experiencia, otros proyectos vinculados a la vida comunitaria, su diversidad y su crecimiento colectivo.
3. Servir en la incertidumbre
O la proyección participada
Cambiar la mirada, aprender a escuchar, a decir… y también a hacer juntas. Este proceso permite crecer más allá de un programa previsible. Encararlo es una oportunidad para practicar una actitud de servicio y el entrenamiento de las gentes y la administración en «la gestión de la incertidumbre».
y más allá.
La proyección participada es, otra vez, sólo un ejemplo de lo puede suponer abrir la puerta del gobierno local a las niñas y los niños. Los ámbitos de reflexión, diagnóstico, diseño, decisión, desarrollo… son capas de procesos comunitarios que pueden afrontarse de manera participada y los niños y las niñas, además de ser amables y eficaces aliadas, tienen derecho a tomar parte. Y nosotras la obligación de encarar este aprendizaje.
para saber más
La Formación
Solasgune colabora con la Universidad del Pais Vasco en el PostGrado Online sobre el proyecto de La Ciudad de los niños y las niñas y sus implicaciones en el ámbito comunitario.
Transformación comunitaria, urbana, y política a través de la autonomía y la participación infantil. La propuesta internacional “la cittá dei bambini” de Francesco Tonucci y el CNR de Roma.
La Red Haurren Hirien Sarea
En el año 2014 firmamos un acuerdo de colaboración con el CNR de Roma para promover el proyecto de La Citta dei Bambini en nuestro entorno. Desde entonces, en colaboración con Innobasque, hacemos las labores de secretaría técnica de la Red Vasca Haurren Hirien Sarea. Por supuesto, son muchas las experiencias que se están desarrollando más allá de la Red, pero aquí hay una buena muestra!
La Red Internacional
Desde que el proyecto se inició en Fano en el año 91 son muchas las ciudades y pueblos que han asumido la transformación de sus espacios, estilos de relación o modelos de gobierno, y muchas de ellas son parte de esta Red Internacional que se coordina desde el CNR en Roma por el propio Francesco Tonucci, Antonella Prisco, Daniela Renzi, Lorena Morachimo y otras colaboraciones puntuales.